Montag, 1. August 2011

Foto: J .De la Gracia

De la División del Trabajo y del Resentimiento


Es justo que le sea dado a cada poeta su porción de trabajo y su dosis de resentimiento.

intentar esculpir el insulto en la silueta de la luna es precipitado, decadente y no decoroso,

la sonrisa debe estar en la zambullida del poema dentro de la oreja

debe caer en picada,

doble centro del ahora y del después que toca con sus alas el desván y el desvarío del inocente,

no insertar la palabra cierta a tiempo es rescatar lo inicuo y deseable de la nada que se entra por el ojo del camello a media noche

y en la penumbra como lo pedía Juan María Rilke,

lo mejor sucede y ocurre en la penumbra,

con esto se despedía el poeta

para que ocurriera el milagro de la belleza

II

Contra el vacío la creación,

la realidad del rey ya no entona ni describe lo que ocurre allí, acá, allá, la

no renovación dificulta el entendimiento, el lenguaje no lo acalla, lo exalta,

es el capital quien describe lo que acontece,

la verdad parió monstruos, el dolor es de todos los amotinados, los que exaltaron la incógnita y se replegaron hasta quedar a tiro de escopeta,

en las bocas abiertas hay hormigas,

alta visión del encadenado,

no encontrar, no pedir, no esperar,

hay que ir al encuentro,

acción en contravía del tiempo que se mueve hacía atrás en su progreso,

la semántica no determina ni obliga,

amar es un dolor en los huesos,

en las noches

los inviernos también paren cantos y contradanzas,

saltar la raya y besar el culo de Judas son ecuaciones en desprestigio.

III

mi mujer persigue orgasmos cósmicos,

en el patio la luna acaricia las gallinas

y de rodillas besa el charco de agua sucia

que dejaron las lluvias de los últimos inviernos,

hay que armar una revolución para el silencio

desde las máscaras,

repetir que somos libres

aún con las manos maniatadas.

IV

ese deseo que se ahoga en las noches que tú

estando cerca no lo estas en mi,

ahogos de perfume chanel

bajo los brazos sudado,

la poesía y el mal gusto van de la mano,

se sientan a la misma mesa,

si las voces callan

escuchamos el silencio de las grullas.

Jaime de la Gracia

Berlín / Primavera /27.04.01